El fenómeno religioso se presenta en la historia como consustancial al ser humano

Hace ya mucho que se viene propugnando la muerte de Dios y el engaño de las religiones. Sin embargo todavía hoy en día el fenómeno religioso sigue teniendo una amplísima difusión pese a que mucha gente pueda considerarlo como algo superado a estas alturas de la historia. La religión ha estado presente de una forma o de otra, en mayor o menor medida. Por varios motivos, pero también por la llegada de la revolución industrial, se produjo una aparente involución de la religión (especialmente en occidente) en beneficio de lo que representaban las incipientes ventajas materiales. Sin embargo a estas alturas habría que distinguir qué es lo verdaderamente religioso de lo falso, porque no todo lo que se llama de la misma manera designa al mismo fenómeno.
La religión ha tenido a través de la historia otros significados adulterados además del que le es realmente intrínseco. Usarla como herramienta de poder, como pretexto legitimador de las acciones disparatadas o como velo para la ignorancia no es realmente constitutivo de la religión, sino de una deformación de ésta. Por ejemplo, podría pensarse que Hobbes fue un pensador preocupado por cuestiones religiosas cuando no hay nada más lejos de la verdad. El uso que hacía de la religión era simplemente como herramienta para fortalecer su idea del despotismo. En realidad no tenía interés religioso o teológico, simplemente le era útil para justificar su visión política. De la misma manera mucho de lo que ha pasado por religioso a lo largo de la historia no puede tener otra connotación que la de bastardo, pero ello no evita la existencia y continuidad del verdadero fenómeno religioso.
Lo que ha ocurrido en la época moderna es que esta falsa religiosidad se ha desplazado hacia lugares más cómodos para los intereses de los que la practicaban o predicaban. Las históricamente recientes comodidades materiales han recogido este flujo hasta elevarse a sí mismas a la máxima categoría. Si los que pregonan la inexistencia de Dios o la falsedad de las religiones se amparan en algo suele ser en divinizar de forma encubierta a la ciencia, que es la que le trae esos “progresos”, con lo que la religión queda reemplazada por el nuevo ídolo tecnológico, desde luego el cambio no es a mejor sino que simplemente un mito reemplaza a otro. Hacer un dios de una máquina no tiene ningún sentido y sólo puede conducir a la alienación humana. Pero también está la otra posibilidad (aunque más infrecuente), que renegando de lo religioso se desprecien al mismo tiempo las comodidades materiales. Desde luego puede ser un caso más afortunado que el primero pero ello deja sin repuesta el hueco de las preguntas básicas del ser humano, no existe un fundamento último que de significado vital a las cuestiones existenciales humanas. No se puede pasar por importantes problemas a los que se enfrenta el ser humano a base de ignorarlos, como por ejemplo hizo Nietzsche.

8 comentarios:

  1. Me parece muy interesante esta entrada. Estoy de acuerdo en que el sentimiento religioso es consustancial al ser humano. Quizá, en la actualidad adopte diversas formas, algunas peregrinas, pero esto demuestra que la religión no está superada en absoluto en la era de la tecnología. En Occidente, por ejemplo, mucha gente que ha renegado de las religiones tradicionales, emprende una búsqueda espiritual, aunque sea -en mi opinión, claro está- de forma algo disparatada, en torno a creencias como el satanismo o el wicca. En otro ámbito cultural, el Islam se expande entre la gente más joven.
    En relación con la naturaleza religiosa quizá consubstancial al hombre, acabo de leer un libro que me parece muy atractivo. y que quizá a ti también te interese, pues aborda la religión -en concreto la mística- desde una perspectiva psicológica
    Saludos

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  2. Creo que lo que abarca la religión reponde a un impulso tan básico en el ser humano que si no se orienta de forma adecuada termina emergiendo en la forma que comentas de la magia, es decir de forma bastarda.

    Cambiando mucho de ámbito, en muchos espectáculos deportivos de masas sucede una deformación análoga. Me refiero a esta necesidad de rivalizar con una ciudad cercana que tantas veces se repite sin que exista ningún motivo y que reponde, entre otras cosas, a una necesidad humana de tener algún enemigo al que vencer. Si no importa la pobreza o miserias similares este deseo mencionado de oponerse termina emergiendo buscando un rival sobre el que no existe fundamento para pelearse.

    Si me permites... ¿qué libro es al que te refieres?

    Saludos

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  3. Vaya, qué despiste... Se me olvidó poner el link... Ahí va:
    http://www.trotta.es/%28A%283RnY9v0CyQEkAAAAOWE1MjM2OGItMTc0Yi00YWRkLThkZTUtZDE5MmNlZmQ3MDU1GqWloSWbF5qss32g7fR4r0ybblk1%29%29/ShopProductDetail.aspx?ID=454

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  4. No conocía este libro, pero viendo la referencia, y que además está editado en Trotta, seguramente es muy interesante.

    Gracias por el enlace y saludos.

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  5. la religión es lo peor que el hombre pudo inventar… es una droga destructiva de conciencias… es un opio que adormece la mente de los hombres sacándola de la historia y de la realidad… es una bobada destructiva de el ser humano

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