De la religión matriarcal a la patriarcal en el Enûma Elish

Poema Enûma Elish
En torno al año 3000 a.C. sucedieron una serie de cambios políticos y sociales que tendieron a situar a la mujer en un escalón inferior al tiempo que el hombre ocupaba el puesto de preeminencia. Esto también quedó reflejado en la nueva situación de la religión que comenzó a desplazar a las figuras que representaban a la “diosa madre” para sustituirla por los nuevos dioses masculinos. La inversión también se refleja en el poema Enûma Elish al describir la rebelión de los dioses viriles contra la gran madre que gobernaba el universo, Tiamat. Básicamente la trama consiste en que estos dioses masculinos unen sus fuerzas para vencer a Tiamat y colocar en su lugar a Marduk. Éste demuestra su valía pasando la prueba que se describe en las siguientes líneas.

Entonces pusieron un traje en el medio;
A Marduk, su primogénito, dijeron:
-Ciertamente, ¡Oh señor!, tu destino es supremo entre los dioses,
manda “aniquilar y crear” (y) será hecho

La palabra de tu boca aniquile el vestido;
¡manda otra vez, y el traje será entero!
Él mandó con su boca y el traje fue destruido.
Y mandó nuevamente, y el traje estaba entero.
Cuando los dioses, sus padres, vieron la eficiencia de su verbo
Se alegraron y rindieron homenaje (diciendo):
“¡Marduk es el rey!”

Aquí se refleja al hombre ejerciendo la función creadora que hasta entonces estaba únicamente reservada a las mujeres. Si ellas podían dar vida, el hombre era estéril e incapaz para ello. Sin embargo el poema refleja la forma en que el hombre consigue emular esta capacidad femenina mediante la creación (simbolizada por la palabra). Comienza así una nueva cultura y religión patriarcal en la que el concepto de diosa queda relegada y reemplazada por la idea de un dios masculino.
Todo esto resulta especialmente relevante porque el cristianismo (al igual que otras religiones mayoritarias) ya tendrá los cimientos necesarios para presentar un gran dios que será exclusivamente masculino. En este punto hay que recordar que el dios masculino presentado en la Biblia también crea el mundo mediante la palabra.

Nota 1: Artículo vinculado. "El problema del mal en la historia del pensamiento: 1- El mito del Enûma Elish".
Nota 2: la imagen corresponde a un fragmento de los textos del poema Enûma Elish.

2 comentarios:

  1. Esto me suscita muchas reflexiones sociológicas y psicológicas. Desconozco en qué momento la sociedad acordó que la mujer pasara a un segundo plano, relegándola a la crianza de los hijos y al trabajo-jaula del mantenimiento del hogar. En mi opinión eso es fundamental ya que al hombre se le ofrecen infinitas posibilidades de futuro mientras que el de la mujer está ya prefijado. Curiosamente, tendría más sentido que Dios fuese femenino ya que la mujer representa la fertilidad -pero las relaciones de explotación/dominación han hecho que no sea así.
    Imagino, además, que para que ese momento pudiera producirse con éxito era necesaria una previa alienación de la mujer. A eso me refiero cuando digo que no sé en qué momento se dio ese paso tan decisivo. Ahora solo podemos ver y sufrir las consecuencias. También es curioso el hecho de que el rey obre mediante la palabra, -claro, a base de que trabajen los otros. Ambas cosas siguen vigentes en la actualidad.

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  2. A mi modo de ver la cultura patriarcal en la que han surgido tantas religiones resulta determinante para la percepción que tenemos de Dios. En el caso del cristianismo nos referimos a un Dios-Padre (bien es verdad que Jesús también se refirió en esos términos)pero, como pretendí resaltar en el artículo, hay un claro origen sociológico y, como me gustaría comentar a continuación, resulta algo inevitablemente sesgado.

    Opino que el cristianismo, que es de clara tendencia patriarcal, ha buscado tapar las carencias de tener una visión prácticamente exclusiva de Dios resaltando a figuras femeninas que están en segundo plano. Así sucede, por ejemplo, con la Virgen María que seguramente ha tenido un culto tan extendido por motivos de esta índole. Castillo se refiere a menudo a la Iglesia como una "gran madre acogedora". Queiruga también ha usado imágenes similares para referirse a Dios. Recuerdo escucharle decir que "si una madre quiere a su hijo, con más razón el Padre de los cielos". Evidentemente con todo esto hay una aproximación antropomórfica a Dios que forzosamente resultará insuficiente. Puede ser válida, pero forzosamente no será el único camino ni la única forma de aproximarse a lo que puede significar Dios. Ya ni hablemos si se secciona la "visión parental de Dios" quedándose únicamente en la parte masculina (el Padre). Creo que la pérdida es similar a la que puede tener una persona que únicamente haya conocido a su padre, siempre tendrá una carencia de los valores que otorga exclusivamente el lado femenino (amor incondicional, seguridad, etc...). Pensando en que el amor paterno es condicional no resulta raro encontrarse con algo que muchas veces ha ocurrido a lo largo de la historia, un Dios iracundo. No sucedería así si la visión dejase de ser exclusivamente patriarcal.

    Saludos

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