Las reglas que determinan el pensamiento en una cultura sueles ser asumidas como dadas o como las únicas. Así ha venido sucediendo en Occidente desde que en la lógica Aristotélica se impuso la base al partir de “el principio de identidad (A es igual a A)” y de “la ley de no-contradicción (A no puede ser A y no A)”. Sin embargo en oposición a la lógica Aristotélica está la que podríamos llamar “lógica paradójica” que presupone que A y no-A no se excluyen como predicados de X. Este tipo de lógica predominó en el pensamiento Chino, en el Indio, con Heráclito, con Hegel y con Marx. El principio general de esta lógica fue descrito por Lao-Tse: “Las palabras que son estrictamente verdaderas parecen ser paradójicas” (The Tao-Teh King) y por Chuang-Tzu “Lo que es uno es uno. Lo que es no-uno es también uno”.Comprendiendo esta perspectiva podremos observar que la mentalidad occidental se caracteriza por ser: analítica, selectiva, diferencial, inductiva, individualista, intelectual y organizadora. Mientras que la mentalidad oriental tiende a ser sintética, totalizadora, integradora, deductiva, dogmática e intuitiva (más bien afectiva). En consecuencia mientras Occidente elabora artefactos para mejorar su nivel de vida, a un oriental no le preocupa hacer tareas domésticas o manuales de cualquier tipo. Aparentemente se sienten satisfechos en este nivel “subdesarrollado”. Esto es así porque los chinos, al igual que otros pueblos asiáticos, aman la vida tal como está y no desean modificarla. Sienten un afecto sincero por su trabajo y no tienen prisa por terminarlo. En cambio, para el occidental la máquina se constituye en el elemento básico para abordar la realidad lo que, en última instancia, le acaba suponiendo una relación impersonal y no creadora. Desde este paradigma el trabajo no tiene valor por sí mismo y se transforma en un medio. Persona y máquina son pues conceptos contradictorios a los que Occidente sigue aferrándose con la inútil esperanza de fusionarlos. La máquina tiene su fundamentación teórica en las ciencias y éstas, al ser centrífugas, conocen hacia fuera. Por eso, por medio de la ciencia, no se puede esperar conocer verdaderamente algo y, en este sentido, la labor de los científicos está destinada al fracaso. Su éxito sólo puede medirse desde parámetros espurios como los de la razón instrumental.
Daisetsu Suzuki elaboró los siguientes puntos para señalar las principales contradicciones de Occidente derivadas de su mentalidad escindida, de su herencia aristotélica y de su interacción con la realidad mediante las máquinas.
1. Persona y máquina son contradictorias y debido a ello Occidente atraviese una gran tensión psicológica.
2-La persona implica individualidad mientras que la máquina es fruto de la abstracción.
3. En una mentalidad preocupada por la máquina la responsabilidad personal no tiene sentido. La responsabilidad se relaciona con la libertad y en la lógica no hay libertad porque todo está controlado por las reglas del silogismo.
4. No nazco por mi propia y libre voluntad.
5. La libertad es otro absurdo. Vivo socialmente en un grupo que me limita mental y físicamente. Mientras vivamos en este mundo limitado no podemos hablar de ser libres ni de hacer lo que queramos.
6. La máquina limita la libertad del hombre en todos los sentidos.
7. La persona es libre sólo cuando no es persona, cuando es absorbida en el todo.
8. Máquina,behaviorismo,.. etc.. son elementos ligados por eslabones lógicos.
9. Occidente trata de lograr la cuadratura del círculo. Oriente busca que un círculo equivalga a un cuadrado. Para el zen el círculo es un círculo y el cuadrado es un cuadrado. Y a la vez un cuadrado es un círculo y un círculo un cuadrado.
10. La libertad es un término subjetivo y no puede explicarse objetivamente. Si intentamos hacerlo acabamos en contradicciones.
11. En Occidente sí es sí y no es no; sí nunca puede ser no y viceversa. Oriente hace que el sí se deslice hacia el no y viceversa. Es la naturaleza de la vida la que es así, sólo la lógica obliga a la división.
12. Cuando Occidente capta el punto anterior inventa conceptos como los de la física de complementariedad o principio de incertidumbre para intentar explicar lo que no puede explicar.
13. En el cristianismo se habla del Logos, la Palabra, la carne, la encarnación. Las religiones de Oriente buscan las excarnación, el silencio, la absorción, la paz eterna. Tantos teólogos, como filósofos, como científicos, gustan de ser objetivos y es por ello que evitan la subjetividad. Olvidan el hecho de que una persona vive siempre una vida real y no conceptual ni científicamente exacta.
El autoconocimiento sólo es posible cuando se lleva a cabo la autoidentificación de sujeto y objeto. Es por eso que conocerse a sí mismo significa conocer al Yo y esto es en última instancia a lo que se reduce el problema último de la persona. Este Yo es comparable a un círculo que no tuviera circunferencia. El Yo es el punto de subjetividad absoluta que puede expresar el sentido de inmovilidad o tranquilidad. Como este punto puede moverse a donde queramos, entonces no es realmente un punto. El punto es el círculo y el círculo es el punto. Esto sucede cuando la dirección que sigue la ciencia se invierte y se afronta el camino en dirección al zen.
Daisetsu Suzuki elaboró los siguientes puntos para señalar las principales contradicciones de Occidente derivadas de su mentalidad escindida, de su herencia aristotélica y de su interacción con la realidad mediante las máquinas.
1. Persona y máquina son contradictorias y debido a ello Occidente atraviese una gran tensión psicológica.
2-La persona implica individualidad mientras que la máquina es fruto de la abstracción.
3. En una mentalidad preocupada por la máquina la responsabilidad personal no tiene sentido. La responsabilidad se relaciona con la libertad y en la lógica no hay libertad porque todo está controlado por las reglas del silogismo.
4. No nazco por mi propia y libre voluntad.
5. La libertad es otro absurdo. Vivo socialmente en un grupo que me limita mental y físicamente. Mientras vivamos en este mundo limitado no podemos hablar de ser libres ni de hacer lo que queramos.
6. La máquina limita la libertad del hombre en todos los sentidos.
7. La persona es libre sólo cuando no es persona, cuando es absorbida en el todo.
8. Máquina,behaviorismo,.. etc.. son elementos ligados por eslabones lógicos.
9. Occidente trata de lograr la cuadratura del círculo. Oriente busca que un círculo equivalga a un cuadrado. Para el zen el círculo es un círculo y el cuadrado es un cuadrado. Y a la vez un cuadrado es un círculo y un círculo un cuadrado.
10. La libertad es un término subjetivo y no puede explicarse objetivamente. Si intentamos hacerlo acabamos en contradicciones.
11. En Occidente sí es sí y no es no; sí nunca puede ser no y viceversa. Oriente hace que el sí se deslice hacia el no y viceversa. Es la naturaleza de la vida la que es así, sólo la lógica obliga a la división.
12. Cuando Occidente capta el punto anterior inventa conceptos como los de la física de complementariedad o principio de incertidumbre para intentar explicar lo que no puede explicar.
13. En el cristianismo se habla del Logos, la Palabra, la carne, la encarnación. Las religiones de Oriente buscan las excarnación, el silencio, la absorción, la paz eterna. Tantos teólogos, como filósofos, como científicos, gustan de ser objetivos y es por ello que evitan la subjetividad. Olvidan el hecho de que una persona vive siempre una vida real y no conceptual ni científicamente exacta.
El autoconocimiento sólo es posible cuando se lleva a cabo la autoidentificación de sujeto y objeto. Es por eso que conocerse a sí mismo significa conocer al Yo y esto es en última instancia a lo que se reduce el problema último de la persona. Este Yo es comparable a un círculo que no tuviera circunferencia. El Yo es el punto de subjetividad absoluta que puede expresar el sentido de inmovilidad o tranquilidad. Como este punto puede moverse a donde queramos, entonces no es realmente un punto. El punto es el círculo y el círculo es el punto. Esto sucede cuando la dirección que sigue la ciencia se invierte y se afronta el camino en dirección al zen.
Pero Suzuki se esforzó, precisamente, en hacer accesible el Zen a nuestras torpes y cuadriculadas mentes occidentales. Al fin y al cabo, nunca alcanzó el satori, que se sepa. ;)
ResponderEliminarPor cierto, que es un tema la mar de interesante. Resulta que muchos pensadores orientales que han hablado de "Occidente" hablan de el "occidente" que ellos han entendido: algo parcial y valga la redundancia, mal entendido (como toda generalización). No todo lo occidental es maquinista ni cuadrado. ¿Qué es occidental?, ¿los barcos americanos en la bahía de Tokyo? ¿Al Andalus es occidental? Su crítica es asumida por occidentales descontentos y vulgarizada, de forma que muchos occidentales deciden que lo "verdadero" (o así) está en oriente, o en el "pensamiento oriental" (o no pensamiento)... Al final, se dan por sentadas ideas que se basan en malentendidos.
ResponderEliminarEso no está nada mal: es zen puro. (Y uno tiene las rodillas flexibles, y sabe lo de ni montaña ni valle, conste)
Qué curioso, Blues. Antes de convertirme al Islam me interesé mucho por el budismo y todavía leo el tao te king con mucho gusto. Lo malo es que en Occidente habitualmente nos quedamos con la parte más superficial del tema. Me refiero al "buen rollismo" y a la promoción frívola que hacen del budismo algunos famosos.
ResponderEliminarTambién me llama la atención el poco efecto que esta creencia ha tenido en la sociedad japonesa a la hora de evitar que enferme de estrés y soledad. China es otra cosa, quizá porque el maoísmo puso durante décadas un freno a la invasión de la mentalidad liberal, pero creo que los japoneses no han sido capaces de sustraerse a la aculturización y a la deshumanización del capitalismo. No soy ninguna experta en el tema pero me encantan la literatura y el cine chino y japonés.
Saludos.
Bueno... Yo venía por si tenía que pedir disculpas, que es que el otro día comenté en un intervalo de un cumpleaños y había Mahou de por medio... y no me acordaba muy bien al día siguiente de qué había dicho aquí. Bueno, no me pasé. Lo que quería decir es que yo tengo una rígida formación japonesa a base de Zen y Artes marciales, y he padecido bastante las indigestiones orientalistas de muchos occidentales. Sigo siguiendo encantado tu blog.
ResponderEliminarpcbcarp:
ResponderEliminar'Hombre! Que yo sepa no hay nada por lo que disculparse. La disculpas son para cuando se falta a alguien al respeto o algo así. En cuanto a esto nunca me he visto motivo por el que me haya tenido que sentir molesto. En todo caso sería lo contrario, ya que has tenido la amabilidad de participar con tus comentarios.
En cuanto a si alcanzó el satori pues no tengo conocimiento pero imagino que es bastante probable que lo llegase a conseguir. Digo esto porque cuando la gente hablaba de él lo solía describir con un gran estado de paz interior. En cierto modo discurría con el resto de la vida y había aprendido a no ser dominado por el miedo. Creo que hay una anécdota en la que mientras Suzuki viajaba haciendo un vuelo se declararon problemas a bordo (no recuerdo bien, pero quizás fuese una tormenta). El caso es que mientras el avión se volvía inestable y parecía que se podía estrellar en cualquier momento todo el mundo comenzaba a entrar en una especie de pánico salvo Suzuki, que asumía lo que le pasaba con toda naturalidad y tranquilidad.
Respecto a la mentalidad occidental es verdad que no todo ni todos se basan en esquemas de este tipo. Lo que sucede es que la principal tendencia va en esa dirección. Habrá gente que se deleite contemplando la naturaleza pero todavía está bien visto cortar flores para regalarlas (es decir, matarlas). Desde la mentalidad oriental a la que se aludía es preferible deleitarse con la flor en la naturaleza. De esta manera se aprende a buscar una fusión con nuestro entorno, en lugar de seccionarlo y matarlo para poseerlo.
Dizdira:
Me sorprende y me encanta esta coincidencia.Imagino que lo que expresa el budismo en cuanto a liberación e iluminación es algo que de alguna manera todos andamos buscando.
La mentalidad japonesa es muy curiosa. Imagino que esta habilidad imitativa tan fuerte les ha hecho asimilar también las peores cosas de la sociedad occidental. Por ejemplo, el capitalismo. Sin embargo al imitar siempre hay algo que se pierde. Recuerdo a Phillip Walker hablando sobre la copia que hacían los japoneses de su estilo de tocar blues (el blues es muy popular allí) y él mencionaba que se quedan en una imitación precisa pero sin sentimiento. Todo esto no deja de ser algo alienante, y más teniendo en cuenta que al imitar de forma compulsiva lo occidental seguramente estén marginando las mejores cualidades de su cultura.
Saludos para ambos